Cada caballo es un mundo
Como sucede con las personas, cada caballo es distinto. Y no solo se distinguen por su color de pelo o la raza, sino que se distinguen- y a veces mucho- por su condición mental.
Cuerpo y mente van siempre juntos.
Es decir, a un caballo con un físico extraordinario y unos movimientos espectaculares, no le servirán de nada si no le acompaña una condición psicológica estable y equilibrada, que permita una monta de calidad.
Lamentablemente, la mayoría de profesionales de nuestro sector sabemos, que son necesarios mucha paciencia y un gran esfuerzo para reeducar y así recuperar para el deporte, caballos a los que anteriormente no han sabido tratar adecuadamente y han sufrido algún desequilibrio mental.
Pero sin llegar a casos extremos, nuestros caballos también pasan por estados emocionales de diferentes orígenes, y nos plantean muy a menudo algunos problemas de conducta, tanto pie a tierra como montado.

Comunicación, confianza, respeto, confirmación
La mayoría de los problemas de conducta que pueden desarrollar nuestros caballos en el trabajo cotidiano, son corregibles por profesionales con conocimiento, experiencia y paciencia.
Ofrezco la (re)educación adecuada para cada caso, evidentemente con un trabajo personalizado para cada animal y su jinete.
La corrección de conductas pasa por varias fases, empleando el tiempo necesario según gravedad del problema y el carácter del caballo. A veces puede incluir una nueva orientación para el jinete/propietario/cuidador que trata habitualmente con el caballo.
Los más comunes son los tratamientos de:
- Miedos
- Desobedencias
- Dificultad en el manejo
- Problemas al entrar/salir del remolque
- Supuesta agresividad